La psicoterapia online
La psicoterapia online

En los últimos años, a raíz de la pandemia, la psicoterapia online ha pasado de ser una realidad poco frecuente a una practica cada vez más habitual en el ámbito internacional. Sus principales ventajas son la accesibilidad, flexibilidad, comodidad y variedad de profesionales.


Para muchas personas y situaciones vitales, poder realizar una consulta especializada desde cualquier lugar, sin necesidad de desplazarse y en el idioma elegido marca un antes y un después. Es muy frecuente el uso de la psicoterapia online para personas que viajan con frecuencia pero quieren mantener la frecuencia de sus sesiones, alternando presencial y online, o que residen en el extranjero pero prefieren realizar terapia en el idioma materno y con los referentes culturales de su país de origen. Asimismo la terapia online permite el acceso a servicios muy especializados a los que no se podría acudir de forma presencial porque no existen dichos servicios en el lugar de residencia o los costes de desplazamiento son muy elevados. Por otro lado hay situaciones en las que la persona no puede salir a la calle y relacionarse con otras personas de manera habitual, por dificultades de movilidad o por la naturaleza de sus dificultades psicológicas y emocionales.


Diferencias básicas entre la psicoterapia presencial y la online


Privacidad y confidencialidad:


  • Presencial:
  • Control del espacio físico: oficina terapéutica acondicionada y protegida acústicamente.
  • Bajo riesgo de interrupciones externas si el entorno está bien gestionado.
  • Online:
  • Requiere plataformas con cifrado y cumplimiento legal (como el RGPD).
  • El terapeuta no tiene control sobre el entorno del paciente (puede haber interrupciones o falta de privacidad).
  • Necesidad de establecer normas sobre el espacio terapéutico virtual (audífonos, lugar privado, evitar multitarea).


  • Canal de comunicación:


  • Presencial:
  • Comunicación multicanal y rica en señales no verbales: postura, tono de voz, respiración, lenguaje corporal completo.
  • Mayor facilidad para captar señales emocionales sutiles.
  • Online:
  • Comunicación reducida al marco de la cámara y el audio.
  • Se pierde parte del lenguaje no verbal (como movimientos de manos o cambios fisiológicos leves).
  • Requiere mayor atención a las expresiones faciales, tono de voz y pausas.


  • Condiciones tecnológicas:


  • Presencial:
  • Depende únicamente del entorno físico (iluminación, confort, material de escritura).
  • No hay barreras tecnológicas para la interacción.
  • Online:
  • Requiere buena conexión a internet, cámara, micrófono y plataforma segura.
  • Posibles fallos técnicos que interrumpan la sesión (latencia, cortes de audio/video).


  • Espacio terapéutico:


  • Presencial:
  • El consultorio actúa como "contenedor simbólico", separando el espacio terapéutico del entorno cotidiano del paciente.
  • Rituales físicos (llegar, sentarse, salir) que estructuran la experiencia.
  • Online:
  • El paciente debe crear su propio espacio terapéutico, lo cual no siempre es posible.
  • Se pierde la transición física que ayuda a entrar/salir del "modo terapia".


  • Intervención en crisis:


  • Presencial:
  • Mayor capacidad de contención emocional y acción directa si surge una emergencia (acompañamiento físico, derivación inmediata).
  • Online:
  • El terapeuta necesita protocolos específicos para crisis a distancia: contactos de emergencia, derivación local, intervención telefónica.
  • Más vulnerabilidad en casos de riesgo suicida o disociación aguda.


Conclusión:


Desde el punto de vista técnico, la terapia online exige una adaptación consciente del encuadre terapéutico, una atención constante a la calidad del canal de comunicación, y herramientas tecnológicas específicas que aseguren la confidencialidad, la continuidad y la seguridad clínica. Aunque ambas modalidades pueden ser igualmente eficaces, requieren habilidades y competencias distintas por parte del terapeuta para sostener un proceso terapéutico de calidad.



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